Buen sábado a todos, compañeros y profesores. Hoy toca el Reto 0 de Diseño de Interacción, así que sin más dilación vamos a ello.
Interfaz Sencilla — El lector de huellas.
Dispositivo de fichaje, tan sencillo de usar que no te haría falta ni saber leer para hacer un uso correcto gracias a una interfaz visual muy útil y una voz que te las «gracias» una vez realizado el proceso que consiste en dos simples pasos:
1. Colocar dedo índice o corazón.
2. Esperar uno o dos segundos y listo, a casita a tomarte una cerveza (o a tu cubículo a tomarte un café de cápsulas de marca blanca, dependiendo de la hora)
Interfaz Compleja — El motor de combustión interna.
Ejemplo perfecto de un desarrollador de IT haciendo una interfaz sencilla y amigable. Todos sabemos cambiar la batería, mirar el nivel de aceite, rellenar el líquido limpiaparabrisas e incluso el anticongelante gracias a que a algún ingeniero industrial se le ocurrió usar iconos para que el usuario de a pie supiera diferenciar cada una de las válvulas. Pero ahí se termina la amigabilidad de su interfaz.
Sin embargo, hay una manera en la que todo usuario ha interactuado alguna vez con esta interfaz: cuando vas por carretera con el coche y te deja tirado por la razón que sea, levantas el capó, te pones delante con los brazos en jarra como si supieras qué necesita el coche o qué ha pasado, te rascas la cabeza —o la barba— esperando que si hay algo en el más allá te ilumine ahorrándote un buen pellizco y ya cuando has aceptado que no hay otra opción, y solo entonces, llamas a la grúa.
Entiendo que no es una interfaz preparada para usuarios finales, si no para expertos mecánicos, y por eso me parece tan interesante cuando un usuario intenta interactuar con ella con la intención de ahorrarse algunos céntimos. Yo incluido, tampoco voy a dármelas de ingeniero ahora.
Bonus Track — El mando de Samsung.
O cómo simplificar algo y hacerlo complejo al mismo tiempo. Todos hemos tenido —o tenemos— el clásico mando de las primeras Smart TV y su homólogo de marca blanca, llenos de botones, colores, funciones y nombres extraños que parecen duplicados —«¿Que ”Menú” y “Herramientas” no hacen lo mismo?»— , y al final solo usabas los botones de numeración y subir y bajar volumen.
Así que vinieron los de Samsung a simplificar el mando, tanto que solo dispone los botones de encendido, llamada al asistente de voz, apertura unas aplicaciones patrocinadas, botones de navegación por los menús, + y – para el volumen, ^ y v para subir y bajar canal. Pero, un momento, ¿cómo demonios se baja el volumen o se cambia de canal? Si pulsas el botón solo se silencia o se abre la guía. Es interesante —y bastante divertido— ver a personas duchas en la tecnología lidiar con este mando por primera vez. Algunos tenemos suerte de pillar el truco pronto, a otros les cuesta bastante. Es un diseño poco intuitivo, a pesar de que tiene todo el sentido del mundo una vez entiendes que el diseño más prominente de esos botones es para, literalmente, subir y bajar el botón para realizar la acción correspondiente.
Y eso es todo, muchas gracias por leer hasta y, si tienes alguna aportación constructiva estaré encantado de leerla.
¡Buen finde!